
Muchos gastroenterólogos recomiendan comenzar el día con un batido verde lleno de nutrientes. Una mezcla típica puede incluir espinaca, col rizada, apio, perejil, manzana verde, limón, jengibre y hielo. Esta combinación no solo ayuda a la digestión sino que también aporta fibra que favorece a las bacterias intestinales. Incorporar esta bebida por la mañana puede mejorar significativamente la eficiencia de tu sistema digestivo.
Además de ajustar la dieta, practicar yoga Vinyasa caliente varias veces a la semana, con posturas de torsión, ayuda a estimular el peristaltismo—las contracciones musculares que mueven la comida por el tracto digestivo—lo que contribuye a disminuir la hinchazón. Si sufres de estreñimiento, un suplemento de fibra de cáscara de psyllium es eficaz; mezcla una cucharada en un gran vaso de agua. En general, consumir al menos 30 gramos de fibra diaria de frutas, verduras, nueces y semillas mantiene el sistema digestivo saludable y evita la sensación incómoda de hinchazón.
Una estrategia sencilla pero a menudo ignorada para reducir la hinchazón es evitar las bebidas carbonatadas. Estos líquidos introducen gas extra en tu sistema digestivo, lo que aumenta la sensación de llenura y distensión abdominal. Reducir o eliminar refrescos, aguas con gas y bebidas efervescentes puede marcar una diferencia notable.
También, algunas fuentes de fibra como la raíz de achicoria, presente en barras de fibra y granola, pueden aumentar la hinchazón y la presión abdominal. Aunque estas barras son snacks convenientes, si notas más hinchazón tras consumirlas, esta podría ser la causa. Ser consciente de los ingredientes, especialmente en alimentos procesados, te ayuda a identificar y evitar desencadenantes que empeoran la hinchazón.

Cuidar la salud intestinal requiere un enfoque integral: probióticos diarios, ejercicio regular, hidratación adecuada y sueño suficiente son esenciales. Consumir probióticos mediante yogur, kéfir o suplementos ayuda a mantener un equilibrio bacteriano saludable, reduciendo bacterias que producen gas.
La actividad física, incluso una caminata diaria, promueve la motilidad intestinal, facilitando el tránsito de desechos por el sistema digestivo. Mantenerse bien hidratada bebiendo agua varias veces al día es igual de importante, ya que el agua ablanda las heces, facilitando el movimiento intestinal y previniendo el estreñimiento, una causa común de hinchazón.
El sueño también influye mucho en la digestión. Dormir entre seis y ocho horas diarias permite que el cuerpo, incluido el sistema gastrointestinal, descanse y se regenere. La falta de sueño puede hacer que el intestino se active en momentos irregulares, causando gases atrapados e hinchazón incómoda. Cuidar estos hábitos juntos mejora significativamente cómo se siente tu abdomen.

Leer etiquetas es una herramienta poderosa para controlar la hinchazón. Ingredientes terminados en '-ol', como sorbitol, xilitol, eritritol, manitol y lactitol, son alcoholes de azúcar que causan gases y molestias a muchas personas. Se encuentran en helados, chicles sin azúcar, dulces y algunos productos horneados. Si tienes problemas con la hinchazón, identificar y limitar estos ingredientes puede marcar una gran diferencia.
Respecto a los vegetales, las crucíferas como brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas y kale son nutritivas pero a veces generan incomodidad. Cocinarlas al vapor ayuda a descomponer fibras difíciles de digerir, haciéndolas más suaves para el sistema sin perder sus beneficios.
Los hábitos al comer también son clave. Procura comer a horarios regulares y sin prisas. Comer en un ambiente tranquilo y sentado, masticando bien, ayuda a preparar y procesar los alimentos mejor, evitando tragar aire en exceso, que causa esa sensación de inflamación y pesadez. Si comes con compañía, trata de balancear hablar y masticar para centrarte en la comida y reducir la ingesta de aire.
Recibe los últimos consejos de salud para mujeres, asesoramiento de bienestar e insights de expertos directamente en tu bandeja de entrada.
Respetamos tu privacidad. Cancela la suscripción en cualquier momento.

Viajar puede alterar tu rutina y digestión, provocando hinchazón que no sueles tener. Para evitarlo, considera evitar temporalmente irritantes comunes como lácteos, pan y vegetales crucíferos antes y durante el viaje. Cambios de horario, menor hidratación y alimentos desconocidos afectan tu sistema digestivo, por lo que preparar tu dieta e hidratación ayuda a mantener la calma abdominal.
Muchas personas usan probióticos de venta libre, como Culturelle, en viajes para apoyar las bacterias intestinales y prevenir hinchazón. Conocer tus desencadenantes es fundamental. Algunas no toleran grandes cantidades de lácteos, aunque no sean intolerantes a la lactosa, y pueden hincharse después de leche o queso. Otros notan que edulcorantes artificiales, bebidas gasificadas o chicles aumentan el aire y gases atrapados. Al prestar atención a cómo reacciona tu cuerpo, puedes crear estrategias personales para estar cómoda y segura diariamente.
Aún no hay comentarios. ¡Sé el primero en compartir tus pensamientos!