
¿Has viajado recientemente o te sientes más cansada de lo usual? Quizás te preguntes si es solo fatiga o si el COVID-19 está regresando. La pandemia ha cambiado, por lo que es normal cuestionar si los síntomas actuales son los mismos o han cambiado.
Si has estado en contacto con otras personas o simplemente te sientes extraña, es importante saber qué síntomas vigilar hoy. Aunque el coronavirus no siempre está en primer plano, sigue presente, y mantenerte informada te ayuda a protegerte a ti y a tu entorno.

Actualmente, la variante predominante en Estados Unidos es la XEC, representando casi la mitad de los casos nuevos según datos recientes del CDC. Es una cepa de la línea Omicron con cambios únicos en la proteína de la espícula que facilitan su transmisión.
A pesar de estas diferencias, los síntomas siguen siendo similares a los de olas anteriores: fiebre, escalofríos, tos, dificultad para respirar, dolor de garganta, congestión nasal, fatiga inusual, dolores musculares, cefaleas y a veces náuseas o diarrea. La pérdida del gusto o el olfato aún puede ocurrir, pero es menos común.
No ignores estos síntomas por ser familiares. COVID-19, incluso con variantes como XEC, puede causar enfermedades graves, especialmente en personas con condiciones médicas previas. Si te sientes mal, es importante estar atenta y considerar realizar un test.

¿Los últimos refuerzos protegen contra la variante XEC? Sí, las vacunas más recientes están diseñadas para ofrecer buena defensa contra esta cepa. Los fabricantes actualizaron sus fórmulas para combatir mejor las variantes actuales, aumentando tu inmunidad si mantienes tus vacunas al día.
Recuerda que la protección disminuye con el tiempo, por eso es crucial recibir las dosis de refuerzo cuando corresponde. Si aún no has recibido la última vacuna, este es un buen momento para hacerlo. Esto no solo reduce el riesgo de infección grave, sino también la propagación del virus a tus seres queridos.
Las vacunas son pieza clave para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones. Junto con la vacunación, mantener una buena higiene y vigilar los síntomas fortalece la defensa durante esta etapa continua de la pandemia.
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Una de las formas más sencillas de protegerte es mantener tus vacunas COVID-19 al día. Esto es fundamental para prevenir infecciones graves y enfrentar nuevas variantes.
Si perteneces a grupos vulnerables, como adultos mayores o personas con ciertas condiciones, considera usar mascarilla en lugares cerrados y concurridos. Aunque sea incómodo, puede marcar la diferencia en tu salud.
Si comienzas a tener síntomas respiratorios, ya sea de COVID-19 o de otro virus, lo más responsable es quedarte en casa y evitar el contacto con otras personas hasta que mejores, para evitar contagios.
Cuidarte no solo es por tu bienestar, sino también para proteger a tus seres queridos y la comunidad. Testearse, vacunarse y seguir buenas prácticas de higiene nos acercan a un entorno más seguro y saludable.
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