
¿Has notado alguna vez que hacia la tarde o noche tu estado de ánimo no es el mejor? Tal vez después de un día lleno de trabajo o eventos sociales, tu cerebro se siente agotado y solo quieres relajarte y desconectarte. Es totalmente normal sentirse un poco irritable o cansado tras un día largo. Muchos preferimos simplemente acurrucarnos en el sofá viendo Netflix que enfrentar más interacción social tras un día exigente.
Pero para algunas personas, especialmente adultos mayores, sentirse inquietos o agitados al final del día puede ser algo más que cansancio. Esto podría ser una señal de un fenómeno llamado "sundowning", relacionado con enfermedades como el Alzheimer. Así, al compartir tiempo con familiares mayores, especialmente en temporadas ocupadas como las festividades, entender qué es el sundowning y qué implica puede marcar una gran diferencia.
El sundowning se refiere a cambios de comportamiento y ánimo que ocurren principalmente al final de la tarde o en la noche en personas con demencia. También llamado "síndrome del sundowning", no es una enfermedad por sí sola, sino un síntoma conforme avanza la demencia. Las causas no están del todo claras, pero se cree que incluyen factores como alteraciones químicas cerebrales, daño en ciertas áreas del cerebro, cambios en el reloj biológico y estímulos del entorno.
Los signos típicos del sundowning incluyen ansiedad, mayor agitación, caminar inquietamente, confusión sobre el entorno, alucinaciones y dificultad para dormir o mantenerse dormido. Estos síntomas suelen ser más evidentes cuando la tarde se convierte en noche, aunque en algunos casos comienzan desde el mediodía. Detectar estas señales es esencial para brindar ayuda a quienes las sufren.

Distinguir entre el cansancio normal al final del día y el sundowning puede ser complicado, especialmente para quienes desconocen esta condición. El sundowning no solo provoca fatiga, sino cambios emocionales y conductuales intensos. La persona puede volverse inusualmente irritable o agitada, tener estallidos de enojo o frustración, o parecer más desorientada de lo habitual. Por ejemplo, se puede molestar si la cena no es la que esperaba o frustrarse al buscar objetos perdidos.
Algunas personas con sundowning buscan más cercanía física o seguridad, siguiendo a sus seres queridos. En otros casos, pueden confundirse, olvidar conversaciones recientes, las comidas recientes o no reconocer su casa o familiares. Durante estos episodios parecen casi ser otra persona, situación que puede ser confusa y dolorosa para quienes los cuidan.

Aunque el sundowning suele aparecer tras un diagnóstico de demencia, también puede ser un signo inicial de deterioro cognitivo. A medida que el cerebro cambia y se deteriora, los síntomas pueden presentarse incluso antes de un diagnóstico oficial. Si observas cambios de humor y comportamiento por la tarde, vale la pena prestar atención y consultar con un profesional de la salud.
Sin embargo, no todos los síntomas de sundowning se deben a la demencia. Conductas similares pueden aparecer en adultos mayores sin demencia, pero con otras condiciones como enfermedades o delirium. Por lo tanto, si alguien cercano presenta señales de sundowning, no significa automáticamente que tenga demencia, pero sí es fundamental acudir al médico para una evaluación adecuada.
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Sentirse mal o cansado al terminar el día es común, especialmente en épocas agitadas o estresantes. Sin embargo, el sundowning se distingue porque incluye confusión y dificultades cognitivas, no solo fatiga. Mientras que una persona cansada puede querer tomar una siesta, quien sufre sundowning puede estar despierto, inquieto y confundido. Estos síntomas aparecen de forma habitual a la misma hora y no desaparecen solo con el descanso.
Ayudar a un ser querido con sundowning requiere paciencia y comprensión de su ritmo diario. Mantener una rutina constante ayuda a reducir la confusión y da previsibilidad al día. Fomentar actividades y la exposición a luz natural durante el día favorece mejores patrones de sueño. En las tardes, crear un ambiente tranquilo, evitar ruidos fuertes, pantallas brillantes y reuniones grandes puede aliviar los síntomas. Revisar y atender necesidades físicas como hambre, sed o molestias también contribuye a que la persona esté más cómoda y segura.
Si notas signos de sundowning, es muy importante informar al médico o especialista. Ellos pueden investigar causas posibles, como avance de demencia o efectos secundarios de medicación, y recomendar estrategias adaptadas a las necesidades de tu ser querido. Aunque el sundowning es difícil de manejar, con cuidado y apoyo apropiados, puedes ayudar a que tu familiar esté más tranquilo y confortable en momentos complejos.
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